En una desgarradora historia que pone de manifiesto las fallas del sistema judicial en casos de violencia de género, Yanina Pérez perdió la vida a manos de su ex pareja, Ariel Omar Pérez, en un brutal acto de femicidio.
El terrible entramado de violencia que precedió a este trágico desenlace es estremecedor. Ariel Omar Pérez, con antecedentes de violencia contra mujeres, había sido juzgado previamente por intentar asesinar a su ex pareja anterior, madre de sus hijos. A pesar de las pruebas y denuncias documentadas, solo recibió una condena de un año de prisión por lesiones leves agravadas por el vínculo.
Esta débil respuesta judicial permitió que Pérez quedara en libertad y continuara su patrón violento. En marzo de 2020, intentó nuevamente quitar la vida a su ex pareja, quien afortunadamente logró recuperarse de las heridas. Sin embargo, esta vez, Yanina Pérez no tuvo la misma suerte.
Ayer se presume, Ariel Omar Pérez apuñaló a Yanina nueve veces, dejándola gravemente herida en el cementerio de Angaco. A pesar de los esfuerzos médicos, Yanina no logró sobrevivir, convirtiéndose así en otra víctima fatal de la violencia machista.
La impunidad y la falta de medidas efectivas para proteger a las víctimas son evidentes en este caso. Incluso después de ser detenido por intentar apuñalar a otra persona el Lunes ultimo en la madrugada, Pérez fue liberado horas después, perpetuando así su peligrosa conducta.
Ahora, la justicia enfrenta el desafío de juzgar a Ariel Omar Pérez por femicidio, un delito que cobra la vida de cientos de mujeres cada año. Este caso nos recuerda la urgente necesidad de reformas legales y sociales que garanticen la seguridad y la protección de todas las mujeres, poniendo fin a la violencia de género en todas sus formas.
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