CABALGATA DE LA FE: gauchos iglesianos emprenden travesía hacia el santuario de la Difunta Correa, en una demostración de fe y tradición.

En una muestra de devoción y tradición arraigada en lo más profundo del corazón sanjuanino, un grupo de gauchos amigos ha emprendido una emocionante travesía desde Rodeo hacia el santuario de la Difunta Correa.

Cristian Roldan, Enrique Montaña, Soledad Cabello y José Cabello son los protagonistas de esta emocionante aventura, acompañados por Don Algañaraz, las esposas de Cabello y Montaña, y Andrés Roldan, quienes les brindan su apoyo desde una camioneta y un colectivo que sirve de refugio en el camino.

La partida tuvo lugar el pasado domingo a las 6 de la mañana, con el respaldo y las oraciones de sus seres queridos, y con la fe como su guía más poderosa. Conectados a internet en algunas zonas para compartir sus vivencias con quienes los acompañan en espíritu, los gauchos han recorrido un camino lleno de desafíos y emociones.

Durante su travesía, han realizado diversas paradas estratégicas para descansar y reponer fuerzas, como en el Barreal Blanco, Bajando el Colorado , Hualilán, La Cienega, la Quebrada de las Burras, Talacasto y Los Algarrobos en Albardón. Cada parada ha sido una oportunidad para reflexionar, compartir historias y fortalecer la camaradería que los une en esta noble empresa.

Este miércoles, finalmente, los gauchos han llegado a la ciudad, donde los caballos serán resguardados en los corrales para recuperarse y prepararse para la última etapa de su travesía, que los llevará directamente al santuario de la Difunta Correa. Allí, rendirán homenaje a la difunta y agradecerán por la protección y el amparo que siempre brinda a quienes confían en ella.

La cabalgata de estos valientes gauchos es más que un simple viaje; es una demostración de fe, una expresión de tradición y un símbolo del profundo arraigo cultural de San Juan. Su valentía y determinación para enfrentar los desafíos del camino son un ejemplo para todos nosotros, recordándonos la importancia de mantener viva nuestra herencia y nuestras creencias más profundas.