Horacio Marín presidente de YPF advierte a Kicillof sobre la adhesión al Régimen de Incentivos: La Planta de GNL podría mudarse a Río Negro si no hay apoyo del Porteño
El presidente de YPF, Horacio Marín, lanzó una advertencia clara al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, sobre la necesidad de adherirse al Régimen de Incentivos a los Grandes Inversores (RIGI) para asegurar la instalación de la planta de gas natural licuado (GNL) proyectada junto a Petronas. Marín advirtió que si Buenos Aires no se adhiere, la planta se trasladará a Río Negro.
La disputa entre Kicillof, que impulsa el proyecto original para que la planta se establezca en Bahía Blanca, y el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, que promueve Punta Colorada como la ubicación ideal, ha sido intensa. Weretilneck ha aprovechado la tensa relación entre Kicillof y el gobierno de Javier Milei para impulsar fuertemente su provincia como sede del proyecto.
«Sin el RIGI no hay GNL», afirmó Marín en una entrevista con Carlos Pagni en LN+. Explicó que los inversores necesitan condiciones rentables para desembolsar miles de millones de dólares en Argentina. «Sin el RIGI, a 8 dólares por millón de BTU, no era rentable. Por lo tanto, esos capitales no venían a la Argentina», agregó.
Marín detalló que YPF ha enviado una carta oficial tanto a Kicillof como a Weretilneck con tres puntos de incentivos económicos y cuatro puntos de ayudas en permisos necesarios para el proyecto. «Ellos van a contestar», afirmó.
El vicepresidente de infraestructura de YPF, Gustavo Gallino, quien trabajó en el Gasoducto Néstor Kirchner, también ha encontrado ventajas en la ubicación de los gasoductos y posibles ahorros para el proyecto, sugiriendo que Punta Colorada podría tener una ventaja sobre Bahía Blanca.
Marín fue categórico al señalar que la adhesión al RIGI es crucial para que el proyecto se realice en Bahía Blanca. «Si no adhieren al RIGI ya se terminó la discusión. Si no adhiere la Provincia, no hay que discutir nada, irá a la provincia que adhiera al RIGI. Es obvio, ¿quién va a poner la plata si no?», concluyó.
La presión sobre Kicillof es significativa, ya que la decisión podría afectar el desarrollo económico de la provincia y su capacidad para atraer grandes inversiones. Mientras tanto, Weretilneck continúa su fuerte lobby para que Punta Colorada sea la elegida, aprovechando cualquier ventaja competitiva que pueda presentar.
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