CORDOBA: Soldados sufren quemaduras tras «bautismo» con cal viva y sidra

Un grave incidente ha sacudido al Regimiento 14 de Paracaidistas del Tercer Cuerpo de Ejército Córdoba, donde al menos 20 soldados resultaron con quemaduras severas en el esófago, estómago, pulmones, vías respiratorias y ojos, tras ser sometidos a una ceremonia de «iniciación» en mayo. Según relatos y evidencia en un video viralizado, los jóvenes soldados fueron obligados a arrodillarse mientras superiores les arrojaban cal viva en la cara, seguido de sidra.

El abogado Jerónimo Argañaraz, representante de uno de los denunciantes, señaló que este acto no fue un accidente, sino que se trató de una acción intencionada, perpetrada bajo la premisa de un rito de ingreso. «No hubo consentimiento de los soldados, sino que fueron inducidos a participar bajo presión, con el viejo lema de que ‘la ropa sucia se lava adentro'», afirmó Argañaraz en declaraciones al Noticiero Doce.

Además, denunció que los soldados enfrentan intimidación y coacción para evitar que informen a las autoridades competentes sobre el incidente. «Algunos soldados llamaron a la ART para cubrir sus afecciones médicas, y fueron amenazados con represalias físicas, psicológicas o de su carrera militar», agregó el abogado, subrayando un clima de miedo y opresión entre los denunciantes.

Estas prácticas, que han resurgido pese a estar prohibidas desde 2022 tras un incidente fatal en Corrientes, han generado indignación y preocupación en la comunidad militar y civil por igual. El Ministerio de Defensa de la Nación, encabezado por Jorge Taina, ha calificado este tipo de comportamiento como una «falta gravísima» según la Ley 26.394, estableciendo sanciones severas para quienes incumplan estas normativas.

Por ahora, se espera que las investigaciones judiciales avancen para esclarecer responsabilidades y asegurar que este tipo de abusos no se repitan en el futuro dentro de las fuerzas armadas argentinas.

El episodio en el Regimiento 14 de Paracaidistas subraya la necesidad urgente de erradicar prácticas abusivas y coercitivas dentro del ejército, asegurando un entorno seguro y respetuoso para todos los soldados.