Boric y Lula da Silva Aceleran el Corredor Bioceánico: Impacto en la conectividad sudamericana

En el foro empresarial celebrado en Santiago de Chile el 5 de agosto, los presidentes Gabriel Boric de Chile y Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil anunciaron un firme compromiso para acelerar las obras del Corredor Bioceánico Vial. Este ambicioso proyecto busca conectar el Atlántico con el Pacífico, atravesando América del Sur, y tiene el potencial de transformar la dinámica comercial en la región.

En el caso de Argentina, el Corredor incluye la Ruta 150 y el Túnel de Agua Negra, dos componentes clave que forman parte de esta importante infraestructura. La finalización de las obras está programada para el primer semestre de 2025, con el objetivo de optimizar la conectividad entre los mercados del sur de América y los mercados asiáticos.

El avance del proyecto está condicionado a la autorización del presidente argentino Javier Milei, quien deberá habilitar las obras públicas necesarias. La finalización del Corredor Bioceánico Vial permitirá a los envíos hacia Asia reducir su tiempo de tránsito en hasta dos semanas, evitando el paso por el Canal de Panamá.

En su intervención durante un encuentro con empresarios en Paraguay, el presidente Boric subrayó la importancia estratégica del proyecto. «Es estratégico para mejorar la conectividad y la integración suramericana entre las cuencas del Atlántico y el Pacífico», afirmó. Boric destacó que la iniciativa es prioritaria para Chile y para Paraguay, y expresó su expectativa de que el desarrollo del Corredor impulse significativamente los puertos chilenos de Antofagasta, Mejillones e Iquique.

El presidente chileno también señaló que el proyecto representa un avance concreto hacia la integración regional, contrastando con la retórica que ha caracterizado los esfuerzos anteriores en América Latina. Para Boric, el Corredor Bioceánico Vial es una clara demostración del trabajo conjunto que beneficiará a los pueblos de la región y convertirá a las regiones chilenas de Antofagasta y Tarapacá en centros logísticos clave para el acceso de Brasil, Paraguay y Argentina al mercado asiático.