Federico Marín San Román, un joven militante del Partido Justicialista (PJ), arrojó huevos contra los referentes del partido durante la asunción de nuevas autoridades el pasado lunes por la noche. El acto, que tuvo lugar en la sede del PJ, culminó con la expulsión de Marín San Román del evento.
En declaraciones posteriores, Marín San Román explicó que su intención no era herir a nadie, sino llamar la atención sobre la falta de escucha de la cúpula dirigencial hacia los militantes de base. “No tenía intenciones de lastimar a nadie. Quise llamar la atención, para que nos escuchen. Somos muchos los militantes que venimos de abajo. La cúpula dirigencial no nos escucha”, afirmó el miembro de la Juventud Peronista de Rivadavia en una entrevista para Radio Sarmiento.
Marín San Román destacó que su acto fue una expresión de su frustración acumulada por años de trabajo y compromiso con el partido, y que no pretendía que su protesta se hiciera viral. “Era algo puertas para adentro, no pretendía que se hiciera viral. Fue la carga de muchos años de convicción y trabajo, nosotros ponemos la cara y que no nos escuchen, generó esto”, explicó.
Comentarios