El presidente Javier Milei buscó calmar las aguas tras la polémica generada por sus declaraciones del sábado pasado, donde afirmó que solo los hijos de familias ricas pueden asistir a las universidades públicas. Estos comentarios fueron interpretados como una señal hacia el arancelamiento de la educación superior, lo que desató reacciones críticas.
En una entrevista con Antonio Laje en LN+ , Milei aclaró: “La universidad va a seguir siendo pública y no arancelada, eso no se toca”. Sin embargo, el mandatario destacó que la gratuidad es un mito, dado que los costos son cubiertos por el Estado, y agregó: “Alguien la está pagando, mayormente los que no van”.
El punto central de la discusión, según Milei, no es el arancelamiento, sino la transparencia en el uso de los fondos que reciben las universidades públicas. En ese sentido, propuso la auditoría de los presupuestos universitarios , afirmando que la corrupción en el manejo de esos fondos es un problema que debe ser abordado. “¿Ustedes están a favor del robo? Creo que corresponde que fondos esos sean auditados”, remarcó el jefe de Estado, criticando el uso político de las instituciones académicas.
Respecto al veto de la ley que buscaba regular los salarios docentes, Milei señaló que la propuesta no indicaba de dónde se obtendrían los fondos. Sin embargo, manifestó su disposición a apoyar una nueva ley siempre que se especifique cómo se financiaría. “Los docentes no están bien pagos, es algo histórico… Estoy dispuesto a arreglarlo, pero díganme cómo lo hacemos sin subir impuestos ni tomar deuda nueva”, indicó.
El mandatario también insistió en la necesidad de auditar no solo los presupuestos, sino también la labor de los profesores: “El que no quiere ser auditado es un chorro. La política utiliza las universidades para financiarse”.
En cuanto a sus dichos sobre el acceso a la universidad, Milei había señalado que «sólo los hijos de ricos» asisten a las facultades públicas, pero los datos estadísticos desmienten esta afirmación. Según el Anuario Estadístico Universitario de la Secretaría de Políticas Universitarias, casi la mitad de los estudiantes de universidades públicas está por debajo de la línea de pobreza. Además, en muchas universidades nacionales, la mayoría de los nuevos estudiantes son la primera generación en sus familias en acceder a estudios superiores.
Las universidades del Conurbano bonaerense, como la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) , la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ) y la Universidad Nacional del Oeste (UNO) , reflejan un dato contundente: 7 de cada 10 estudiantes tienen padres que no asistieron a la universidad, lo que demuestra que siguen siendo una herramienta clave de movilidad social.
El debate sobre el futuro de la educación pública y la transparencia en su financiamiento sigue abierto, con posiciones encontradas sobre el papel del Estado y el manejo de los recursos en las universidades nacionales.
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