River vivió una pesadilla en Brasil y va por la hazaña en Nuñez

Atlético Mineiro superó al Millonario 3-0 y puso un pie en la final de la Copa Libertadores 2024. Deyverson, autor de dos goles, fue la gran figura del inicio de la serie que terminará el martes venidero en Núñez.

River se volvió de Brasil con una dura goleada a cuestas que lo deja tambaleando en la serie semifinal de la Copa Libertadores. Sin hacer gran cosa, Atlético Mineiro lo derrotó 3-0 y sacó una ventaja considerable de cara a la revancha del martes próximo en el estado Monumental.

Deyverson, en dos oportunidades, y Paulinho le dieron el triunfo al conjunto de Mina Gerais que fue práctico ante su público, pegó en los momentos justos y capitalizó errores defensivos de un equipo argentino, que plantó una línea de cinco pero no tuvo solidez en defensa y perdió potencia en ataque. Y cuando le facturaron se quedó sin respuestas.

En principio el resultado deja un panorama sumamente complicado, pero en una buena noche River parece capaz de la hazaña. no tanto por el juego que viene desplegando, sino porque su rival tampoco tiene mucho, aunque es un equipo ordenado, como lo son los que entrena Gabriel Milito, y en Núñez podrá jugar con los nervios de su adversario.

Pareció demasiado cauteloso el planteo realizado por Marcelo Gallardo en el inicio. Jugó con una línea de cinco ante un rival que no lo atacó tanto y no ha sido demasiado punzante a lo largo del certamen.

Y no le fue bien. Sobre los 5 minutos, tras un centro y un cabezazo, la pelota dio en la mano de Leandro González Pírez y fue a parar a Deyverson, que definió bien, dejando sin chances a Franco Armani, pero en clara posición adelantada.

El árbitro venezolano anuló correctamente el gol pero quedó flotando la sensación que debió haber cobrado el penal por la mano. Por suerte para River ni siquiera fue a ver la repetición al VAR.

El equipo de Núñez intentaba presionar arriba, pero no encontraba el balón. Molestaba, eso sí, a un rival que no tiene un gran manejo de pelota como otros equipos brasileños, como Botafogo. Pero es un poco más compacto en sus líneas.

Una buena acción de Facundo Colidio por izquierda derivó en un cabezazo de Miguel Borja que se fue alto sobre los 14. Parecía que River lo tenía controlado.

Pero sobre los 22, un pelotazo largo de Lyanco le quedó atrás a Hulk en la puerta del área, el histórico delantero con un movimiento raro le dio con la espalda/hombro con tanta fortuna que dejó a Deyverson mano a mano con Armani y el brasileño, con una definición exquisita, puso el 1-0 con el que se cerró el parcial.

En desventaja, River salió a atacar y con la pelota fue más agresivo que Mineiro. Tuvo una clara Colidio, con un zurdazo que se fue cerca del ángulo. Y no hubo mucho más, pero la pelota pasó a ser patrimonio del equipo de la banda al que le faltó ser un poco más punzante en campo ajeno.

Pasado el primer cuarto de hora del segundo tiempo, cuando la pelota era propiedad de su equipo, Gallardo cambió todo el mediocampo en una decisión que, a priori, parecía acertada, ya que ni Nacho Fernández, ni Fonseca, ni Simón habían rendido. Faltaba fútbol y lo buscó con Meza, Villagra y Lanzini. Y algo más de juego encontró, aunque no resolución.

Parecía que Mineiro se conformaba con ganar por la mínima, pero apareció una vez más Deyverson, la gran estrella de la noche, quien recibió dentro del área un pase de Guilherme Arana y sacó un zurdazo cruzado que dio en el palo y se metió, dejando sin chance a Armani para poner el 2-0 a los 25.

River sintió el impacto y a los 28 le dieron un golpe durísimo. Sus defensores se durmieron en un lateral, Deyverson recibió solo por derecha y cuando se le fueron todos al humo habilitó hacia atrás y al medio a Paulinho, que sacó un disparo de la puerta del área que, tras un desvío en Paulo Díaz, se convirtió en el 3-0. Una pesadilla.

Y así se fueron yendo los minutos, con el Millonario desesperado por achicar diferencias, pero sin ideas, y con Mineiro tratando de aprovechar una contra. Ni uno ni otro pudieron anotar y el partido se fue con un resultado que aún no parece lapidario para el sueño de River, pero está cerca de serlo.

Comentarios