Con tan solo 22 años, Adriana Cortez, originaria de Tudcum, ha roto barreras al convertirse en una de las trabajadoras más jóvenes en Veladero, el icónico proyecto minero de San Juan. Su historia no solo destaca por su juventud, sino también por la valentía con la que enfrentó los desafíos de abrirse paso en una industria tradicionalmente masculina. Desde el inicio, Adriana se propuso desafiar sus propios miedos y las limitaciones sociales para perseguir una carrera en la minería, un campo que siempre ha sido fundamental para la economía de su región natal.
La Topografía: Un Rol de Alta Responsabilidad
Como topógrafa, Adriana desempeña un papel crucial en el proceso de extracción minera. Sus tareas van más allá de las simples mediciones: es responsable de garantizar la precisión necesaria para las excavaciones y explosiones controladas que sustentan las operaciones de Veladero. Trabajar a más de 4500 metros sobre el nivel del mar representa un desafío físico y emocional, pues implica enfrentar un clima extremo y una separación constante de su familia. Sin embargo, Adriana ha logrado adaptarse con determinación y ha transformado su trabajo en una verdadera vocación.
Rompiendo Estereotipos y Abriendo Caminos
A pesar de sus dudas iniciales, Adriana recuerda cómo envió su currículum sin mucha esperanza, pensando que su falta de experiencia sería una barrera. “Presenté el CV pensando que no me iba a tocar, por suerte me llamaron y me hicieron la entrevista, me capacitaron y cuando llegué acá arriba primero estuve un poco perdida”, confiesa. Con el tiempo, se ganó su lugar en el equipo y encontró en sus compañeros el apoyo necesario para enfrentar los desafíos del trabajo diario. Ahora, como una joven trabajadora en el sector minero, anima a otras mujeres a superar sus miedos ya unirse a esta industria: “A otras chicas les digo que se animen, que aquí siempre hay alguien que las va a apoyar”.
Dejar Tudcum: Un Viaje Personal y Profesional
El viaje de Adriana comenzó con una difícil despedida de Tudcum. Proveniente de una familia muy unida, el distanciamiento fue uno de los mayores retos al aceptar su nuevo trabajo en Veladero. A pesar de ese miedo inicial, encontró en su equipo de trabajo una nueva familia y, con el tiempo, logró adaptarse. “Fue difícil salir de Tudcum, éramos muy unidos, sentí miedo, pero después cuando empezás a conocer a la gente le agarrás la mano”, reflexiona.
Un ejemplo para las Nuevas Generaciones
La historia de Adriana Cortez representa el cambio en la industria minera de San Juan, donde cada vez más mujeres ocupan roles relevantes. Su valentía y determinación inspiran a las nuevas generaciones a romper con los estereotipos de género ya seguir sus sueños sin importar los obstáculos. Adriana es, sin duda, un símbolo de los nuevos tiempos en la minería y de las puertas que comienzan a abrirse para las mujeres en todos los ámbitos.
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