La primera mujer chofer de Josemaría: una historia que transmite compromiso y determinación
Se trata de Melisa Flores, quien soñó con formar parte de la industria minera y hoy ha alcanzado sus metas, sobresaliendo en su nuevo rol.
Oriunda de la localidad de Otra Banda, del Departamento Jáchal, Melisa Flores es una mujer que demuestra que la determinación, el esfuerzo y el apoyo de quienes te rodean pueden abrir puertas a nuevas oportunidades y desafíos. Su testimonio de vida refleja un crecimiento personal y profesional que la impulsó a convertirse en la Primera Mujer Chofer en nuestro Proyecto. Este logro es significativo, no solo por la meta alcanzada, sino también porque inspira a otras mujeres a seguir sus pasos.
El anhelo de pertenecer a una empresa relacionada con la minería siempre estuvo presente en su vida, pero algunas dificultades le impidieron estudiar fuera de su comunidad. Hace dos años, a pesar de las limitaciones, Melisa ingresó al equipo de Huarpe, donde comenzó como vigiladora general en el Proyecto. Su desempeño en este rol le permitió explorar nuevas facetas de la minería y encontrar nuevos aprendizajes.
Gracias a esas experiencias, uno de los momentos más importantes en su carrera fue cuando surgió la posibilidad de realizar el curso de manejo defensivo. En ese momento, Melisa no dudó en aceptar el desafío y afrontar esta nueva oportunidad. “Lo más importante es que siempre sentí el apoyo de mis superiores y el valor del trabajo en equipo. Nos han demostrado que, independientemente de quiénes seamos, todos tenemos la capacidad de afrontar juntos cualquier desafío”, destacó. Esta capacitación fue el punto de partida que la llevó a convertirse en la Primera Mujer Chofer de Josemaría, un hito que marcó un antes y un después en su vida y en su carrera. Melisa enfatiza que este logro fue posible gracias al apoyo constante de sus compañeros, quienes compartieron con ella sus conocimientos y la guiaron desde sus inicios en el Proyecto. “Ahora sé que esta oportunidad no solo está disponible para mí, sino también para muchas más mujeres y eso me llena de satisfacción”, agregó.
A lo largo de su labor en Josemaría, Melisa sigue superando desafíos y proyectando hacia nuevas metas que le permiten crecer no solo como profesional, sino también como persona. Con una mirada cargada de optimismo y la certeza de que, con trabajo en equipo y determinación, se pueden alcanzar grandes objetivos, sigue apostando a ser parte de la industria minera.
Su historia es reflejo de compromiso, esfuerzo y un llamado a la inclusión e igualdad de oportunidades. Melisa es un ejemplo de que es posible romper barreras y abrir nuevos caminos para quienes sueñan con cambiar lo establecido.
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